El tiempo real no tiene ninguna división en absoluto, avanza inexorablemente a la medianoche, el ayer no pasó con un tac al hoy. Nadie puede indicar el punto exacto de la medianoche y, si no es preciso, ¿cómo puede ser la medianoche?. Tampoco sentimos el hoy como junto al ayer, como se le representa en un calendario. Reducido al espacio, el tiempo parece mas controlado; pero sólo lo parece, pues el tiempo real, indivisible, nos conduce a la muerte real. -Walter Ong-
Imagen: "La persistencia de la memoria" - Salvador Dalí - 1931
sábado, 19 de septiembre de 2009
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