No puede ser que no tenga el valor para decirte que no, que no quiero verte, que no quiero que me hables, que no quiero que aparezcas con tus encantos, con tus mentiras que hacen que siempre caiga en tu boca y en todo tu cuerpo como si fuera la primera vez, como si no te conociera, como si no supiera que todo lo que hacés es jugar conmigo.
Te aprovechás de mi debilidad, de mi adoración, de mi incondicionalidad y mi amor por vos. No logro poder decirte "basta" a pesar de saber que tengo que hacerlo. Me cuesta estar sin vos aunque más no sea de esta sórdida e inconsecuente manera.
Sigo siendo una crédula que siempre ve en tus ojos, en tus caricias, en tus palabras, en tus abrazos y en tus besos una cuota de verdad que me genera una pequeña esperanza. La esperanza de que algún día sientas la necesidad de estar conmigo de otra forma y me quieras la mitad de lo que te quiero yo.
Y así siguen pasando los días y los meses... estando y no estando con vos, creyendo y no creyendo en vos, teniéndote y no.
-x7-
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