"Si tu pálido rostro que acostumbra a enrojecer ligeramente bajo los efectos del vino o la alegría, arde de cuando en cuando de vergüenza al leer lo que aquí está escrito; cual bajo el resplandor de un alto heno, entonces, tanto mejor para ti. El mayor de los vicios es la ligereza; todo lo que llega hasta la conciencia es justo."

viernes, 18 de marzo de 2011


No sé cuando te vas a ir, cuando vas a dejarme. Estos días, viendote así, tuve muchos recuerdos. Hace 14 años que sos mi compañera, que estás conmigo, que estás al lado mío cada día de mi vida.
Sé que puede parecer absurdo escribirte esto porque nunca lo vas a leer, pero espero que estés sintiendo, más que nunca, todo el amor que te tengo y siempre te tuve.
Esta mañana no pude parar de llorar. Verte así, tan flaquita, tan apagada, tan indefensa... me mata. Me gustaría que vuelvas a ser la de antes, me gustaría poder aprovecharte más, me gustaría no haberte retado cuando hiciste algo que no tenías que hacer.
Algunos me dicen que es mejor darte un final más fácil, más soportable y menos doloroso (?), pero yo no puedo. No quiero que te vayas, trato de retenerte lo más que puedo y, sobre todo, no quiero decidir por vos tu partida.
Aunque algunos me miraban como si fuese una loca, yo te hablaba, te festejaba los cumpleaños y siempre te traté como a una hija. Hice, y hago, todo lo que está a mi alcance para hacerte este trecho mas llevadero, para ayudarte, para que puedas descansar un poquito, a pesar de todo el esfuerzo que hacés hasta para respirar.
Siento que ya no hay vuelta atrás. Que hoy está mas cerca el momento de separarnos.
Lo que más deseo en este momento, es que puedas darte cuenta que siempre voy a estar necesitándote y recordandote todos los días.
Gracias por ser eso que fuiste conmigo, por darme amor con sólo mirarme cuando más lo necesitaba, por soportar todo y por venir a saludarme y mover la cola cada vez que yo llegaba.

-x7-

Me levantarás como todas las mañanas, te recostarás en los pies de mi cama, desayunaré contigo en mi falda, saldremos hoy de paseo por la plaza, sé que lo harás por mi, sé que lo harás por ti, hoy no estás bien me dijo el veterinario, la vejez y la muerte son cosas inevitables, pero por favor shaggy no me dejes hoy,
shaggy mi querido amigo en peligro.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mary Daisy Dinkle

Hace ya dos meses que no te veo, que no te hablo, que no te escucho, que no recibo ni siquiera una carta tuya. Y te extraño, te extraño mucho. ¿Por qué uno se tiene que dar cuenta de lo importante que es una persona en su vida cuando no la tiene?
Por suerte este alejamiento es temporal y sé que nos vamos a volver a ver y nos vamos a reír como siempre, pero mientras tanto.. ¿qué hago?
Es verdad que nosotras ya estuvimos mas tiempo separadas, sin vernos y sin saber nada una de la otra, pero esa vez fue distinto. Porque en ese momento éramos más chicas, teníamos otra mentalidad y, por sobre todo, nosotras habíamos decidido estar así. Hoy no es igual.
Hoy tenés que estar en ese lugar en el que estás porque no queda otra o, tal vez sí, pero no tenemos otra opción o, mejor dicho, a nosotros no nos dejan elegir. Y no me dejan verte y no te dan mis cartas. Y lo que me entero no me alcanza. Necesito que vos me digas cómo estás, qué sentís, qué necesitás.
Después de ese último y confuso mensaje que me mandaste hace poco más de dos meses, te pude ver una sola vez. Y me quedé tranquila porque pude escucharte y porque me pudiste contar vos como fueron las cosas, pero ahora no estoy tranquila. Porque, a pesar de que en cada carta que te escribo te digo que cada vez falta menos, siento que cada vez se hace más largo.
Pienso mucho en vos, todos los días un poquito y, a veces, me siento egoísta porque no sólo pienso en como estarás, también pienso en que de alguna forma u otra, me sacaron a mi amiga. Y por ahora lo único que encuentro para no sentirme tan mal es escribir y expresarme así.
También me siento culpable de no poder haber hecho nada antes, de no haberme dado cuenta, de haber pensado que no era para tanto, que todo era parte de tu personalidad.
No sé cuando te voy a ver, no sé cuando vas a leer esto. Sólo sé que voy a hacer lo posible para poder abrazarte pronto y reírme, y llorar también si es necesario, con vos.
A nosotros siempre nos tocan cosas difíciles por las que pasar, pero sé que lo vamos a superar (juntos, porque no estás sola en esto) como superamos siempre todo lo que nos pasó.
Te amo amiga.


-x7-

viernes, 14 de enero de 2011

odio la plata o inadaptada social

Odio la plata. Odio la cultura del trabajo. Odio la sociedad de consumo. Odio al capitalista. Odio que algunos crean que trabajar te hace mejor persona. Odio los que piensan que si no trabajás sos un "vago" o un "cómodo"... gente que opina sin saber el trasfondo de nada. Odio esta sociedad creada por gente de mierda que hizo (y hace) que para hacer cualquier cosa necesites plata.
La felicidad no está en la plata. Se puede ser feliz sin plata. Lo que pasa que es más lindo y más cómodo tener un buen auto, la mas "linda" ropa de marca y el último celular que te puede sacar fotos dentro del inodoro mientras cagás. ¡Qué cosas más insignificantes y superficiales que jamás me importaron! Nunca en la vida me interesó comprarme ropa ni ir de shopping ni tener el celular última moda. Prefiero ser una hippie homeless que vive de una huerta antes que una pobre explotada o una ignorante y vacía explotadora.
Y me piensan rara por ser así... no gente, los raros son ustedes que no pueden ver lo simple de las cosas y no pueden ser felices sin plata. Porque aunque esta sea una sociedad de mierda que nos hace creer diariamiente que sin plata no se llega a nada, si se puede... pero es muy cansador tener que luchar por un mundo sin dinero. Es más fácil que te exploten para ganar dos mangos y después comprar, comprar y comprar.
Sería muy hipócrita de mi parte no reconocer que mi hija tiene "Barbies" y que no consume "Disney", pero lo permito porque la infancia es para aprovecharla y si puedo darle eso, se lo voy a dar. Porque nada se compara con su cara de felicidad cada vez que ve en algún juguete una princesa de Disney. Y porque ya voy a tener tiempo de explicarle que en la vida no todo es comprar, no todo es la marca y no todo es consumir. Mientras pueda que viva en un mundo de fantasía y felicidad hasta que le toque chocarse la cabeza contra la pared y desilusionarse. Yo también fui como ella y fui muy feliz, pero cuando crecí tuve la capacidad para discernir entre lo que realmente vale la pena y lo que no. Y hoy sé que a mi no me interesa ni un poco tener tarjeta de crédito ni zapatos Ricky Sarkani ni ropa de diseñador. Y me pueden decir que hablo así porque nunca me faltó de comer ni techo para vivir, que no tuve que criarme en la calle y que mis viejos siempre me dieron todo... y puede ser...
pero yo sé que no le debo nada a nadie y que no puedo volver el tiempo atrás y elegir donde nacer, pero si sé que si puediera hacerlo, no elegiría nacer en cuna de oro ni ser millonaria porque sería muy feliz teniendo pocas cosas y porque odio la plata, odio el consumo, odio el capitalismo.

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