"Si tu pálido rostro que acostumbra a enrojecer ligeramente bajo los efectos del vino o la alegría, arde de cuando en cuando de vergüenza al leer lo que aquí está escrito; cual bajo el resplandor de un alto heno, entonces, tanto mejor para ti. El mayor de los vicios es la ligereza; todo lo que llega hasta la conciencia es justo."

lunes, 20 de abril de 2009

Soñar con vos - 19/02/09

  Hoy soñé con vos y no puedo creer que el amor no resurgiera. Fue la promera vez que, después de tenerte en mis sueños, no desperté con lágrimas ni dolor.
  Esta vez fue distinto.
  Ya no sentí lo mismo.
  Ya no sentí ese amor que por vos antes me nacía.
  Igualmente, no pude evitar recordar por un segundo, lo hermoso que era tenerte a mi lado.
  Ya no te amo, pero cuánto lo hice.

domingo, 19 de abril de 2009

Desencuentro 14/01/09


  Hoy nos desencontramos por un mal entendido y lo peor es que sabía que no iba a encontrarte. Lo presentía. Lo suponía por la ausencia de señales.
  Me siento rídicula esperando, cada día de la vida, señales para saber lo que tengo que hacer con vos, y cuando no se me presentan igual trato de forjar el destino y alcanzarte de alguna manera.
  No debería haber tratado de cambiar el día de hoy. Me pregunto porqué lo hice. Ni siquiera sirvió para abrir tus ojos, mucho menos tu corazón, y hacerte ver que estoy dispuesta a todo por vos, que no me interesa cuán ocupado estés... sé todo y no me importa. Sé de tus enojos sin razón, de tu histeria repentina... todo.
  No me siento mal, hice lo que sentí.
  ¿Cuándo abrirás tu corazón?
  Creo en las recompensas. Todo lo que te entrego no puede ser en vano.  Espero llegue el día en que te des cuenta que soy incondicional. Espero estar viva para disfrutar de ese día.

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Cada vez que te encuentro - 29/12/08

   Cada vez que por casualidad del destino nos encontrábamos, por mi corazón y por mi cuerpo recorrían una serie de sensaciones distintas. Ambos sentían esas ganas incontrolables de ir corriendo hasta tu lugar (porque siempre nos separaban, para mi, unos intemrinables metros) y tomarte la cara y gritarte, para que lo escuchen hasta tus ojos, que te quiero y que cada día extraño un poco mas tus besos, tus gestos, tu risa, tu voz, tu forma de andar, tu manera de ser ante todo y todos, todo lo que venga de vos.
Hasta que te encuentro y me animo a dar el primer paso (porque sé que vos nunca vas a darlo... antes creía que era por orgullo, después creí que preferías que lo hiciera yo para elimentar tu ego y, ahora, simplemente creo que podés seguir sin que demos ni un primer ni un segundo paso), hasta que logro vencer a mi razón y dedicarme a seguir mis sentimientos, no pasa mucho tiempo.
  Cuando de alguna forma logro recorrer esos metros, una ola de nervios pasan por mi corazón y mi cuerpo. Espero ansiosa tu respuesta, cualquier indicio que me indique que reaccionas positivamente, o a mi favor.
  Gracias al destino y a mis incontables promesas, logro tenerte nuevamente y ahí es cuando todo mi ser se llena de felicidad, de alegría... volver a sentirte es no perder las esperanzas de tenerte a mi lado por siempre y lograr tirar los obstáculos que la vida nos puso en el camino y que ambos tratamos una vez de derrumbarlos...
  Pero ese sentimiento de esperanza acababa rápidamente.
  Mientras mi corazón y mi cuerpo se sienten abatidos y podrían estar toda la vida así, besándote y tocándote, mi maldita mente empieza a funcionar y a pensar que no va a volver a haber otro momento igual, que es la última oportunidad que nos da la vida de armar un solo destino, que ya no vas a reaccionar a mi favor.
  Mientras te beso, me pregunto qué es lo que sentís vos, qué es lo que pensás. ¿Soy sólo la que disfruta del momento y a la vez siente que nunca mas va a ser igual nada?

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